Declaración de fe
Creemos que la Biblia es la Palabra inspirada e infalible de Dios.
Creemos que toda la Escritura, desde Génesis hasta Apocalipsis, demuestra la voluntad divina de Dios y una guÃa para la vida cristiana.
Creemos que hay un solo Dios eterno. Dios existe en tres Personas: el Padre, el Hijo y el EspÃritu Santo.
Creemos que en su naturaleza divina, Dios creó el mundo entero: todo fue creado por Él y para Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho.
Creemos que en Su soberanÃa, Dios envió a Jesucristo al mundo para redimir a la humanidad.
Creemos que Cristo nació de una virgen, sin pecado alguno, murió en la cruz del Calvario como expiación por los pecados de la humanidad, resucitó al tercer dÃa, ascendió al cielo y ahora está sentado a la diestra del Padre, intercediendo por los creyentes. Cristo es nuestro Redentor y regresará un dÃa para establecer su reino en la tierra.
Creemos que a través de la muerte sustitutiva y resurrección de Jesucristo, la humanidad ha sido redimida de la maldición del pecado y de la muerte.
Creemos que, por la fe en Jesucristo, este poder redentor ofrece salvación a toda la humanidad y esta salvación se hace disponible a través del arrepentimiento y el perdón del pecado.
Creemos que al ser salvo, cada creyente recibe el poder regenerador y habitante del EspÃritu Santo, transformando la naturaleza de la humanidad en nuevas creaciones en Cristo.
Creemos que en obediencia a Cristo, cada creyente está llamado a buscar la madurez espiritual a través del conocimiento de la Palabra transformadora de Dios y compartir la esperanza de salvación para discipular a otros.
Creciendo en la Gracia de Cristo se compromete a reflejar la diversidad multiétnica, evangelizando intencionalmente a mujeres diversas de esta región. Nos esforzamos por apoyar su trayectoria en cada aspecto del ministerio, desde su conversión inicial hasta el desarrollo de su liderazgo. Por ello, Creciendo en la Gracia de Cristo utiliza un modelo de inclusión gradual con énfasis en la evangelización local y el discipulado. Practicamos la competencia intercultural y optamos por integrar la diversidad dentro del ministerio, en lugar de insistir en que cada mujer se ajuste a la ideologÃa y las prácticas cristianas occidentales.
La plantación eficaz de iglesias en el siglo XXI requiere una seria consideración del contexto cultural y racial-étnico. Por lo tanto, para evitar obstáculos que puedan obstaculizar nuestra capacidad de evangelizar y discipular a mujeres de diversas etnias, es fundamental que los lÃderes y evangelistas del ministerio practiquen la sensibilidad étnica y cultural. Reconocemos que lograr la unidad requiere invertir tiempo, amor y mucha oración con ayuno. Valoramos la paciencia y nos comprometemos con el proceso gradual necesario para construir relaciones genuinas con mujeres de diversas etnias. Al interactuar con una población diversa de mujeres, Creciendo en la Gracia de Cristo demuestra el amor de Dios por todas las mujeres, estableciendo una conexión entre el ministerio, las comunidades locales y el reino de Dios.
